Ariel Sudán el Cobos del Concejo Deliberante

Traición:  “delito que se comete al violar  la fidelidad o lealtad debidas por extensión, deslealtad , infidelidad”, dice el diseccionarlo. Esa figura le corresponde al concejal  Ariel Sudán quien  permitió  que el oficialismo, a quien el voto popular, no le había dado la mayoría en el legislativo, lograr imponer los secretarios Legislativo y Administrativo en el Concejo Deliberante de Puerto Madryn.

Cabe acotar también que respetando acuerdos preexistentes, también el Modelo Chubut conto con el voto favorable del hibrido concejal radical, Marcelo Berzón y el camaleón concejal de PACh, Pedro Giménez.

REPRESENTATIVIDAD

Ariel Sudán, fe electo concejal por el Frente Para la Victoria, integrando en representación del sector sindical el cuarto lugar en la citada lista.

El termino representar, es relativo, porque lidera un sindicato con un mínimo de afiliados   y  no conto nunca con capacidad de movilización, a tal punto que si agrupación política a penas si permaneció abierta un año.

Además de traidor, el flamante concejal, es mentiroso  porque tras levantar la mano a favor del Modelo Chubut, al dejar el recinto, declaro que abandonaba  la ciudad porque no están dadas las garantías de seguridad. No era verdad, el edil, tenía programado  un viaje a Capital Federal,  oportunidad en la que iba a ser reconocido por su gremio al haber sido electo concejal en nuestra ciudad. En ese marco, Sudán había solicitado a  los organizadores del acto de asunción de Ricardo Sastre,  que el mismo se concreta el día 8 de diciembre.

DÍA POCO FELÍZ

Y sin dudas que el viernes 9 de diciembre no ha sido el día más feliz para Sudán, además de traidor y mentiros, debemos agregar el calificativo de maricón.  Porque una vez de concluida la sesión, y como es lógico y ante la sorpresa de la decisión del sindicalista concejal, fue duramente increpado por referentes del Frente Para la Victoria, entre ellos dos mujeres.

Y por ello no puede manifestar Sudan que su vida corre riesgo. Y alimenta este pensamiento, el hecho que proviene de un sector donde los buenos modales y el respeto a las persona no es la principal bandera a la hora del reclamo o el trato a los trabajadores de prensa, por ejemplo.