3 mayo 2024

“Ser docente, ser trabajador….”

 

                Cuesta esta definición, no solo porque “la sociedad derechosa”, exclusiva y discriminatoria desde antaño que pone a “los profesionales”, en un lugar de limbo por encima de cualquier integrante de la masa, del pueblo, que sea un simple trabajador, que justamente desde años inmemoriales se entiende como trabajador, a un “burro de carga”, cuando la realidad “el trabajador” es el motor de la producción, es el “alma mater” del funcionamiento del Estado, es la piedra angular de la provisión de los servicios, es decir, sin trabajador no hay funcionamiento alguno, ni de las Instituciones, ni de la producción del tipo que sea.-

De ahí que en grandes discusiones ideológicas se discutió “el valor obrero” en el esquema industrializado, y desde la revolución industrial a la fecha, la puja de que lugar se le da, y cual es en ese valor el concepto de plusvalía, así de importante es el trabajador, que al parecer no tiene “status” y nadie quiere ser pero justamente somos millones, que así somos, así nos sentimos, sin vergüenza, al contrario, con honor y orgullo.-

El docente, de años A hasta hoy, peleo, pujó, dijo y se contradijo entre “ser obrero de la educación”, o ser “profesional de la educación”, para las pretensiones de nuestros “abuelos”, sería mejor ser “profesional”, ellos fueron los inventores de “mi hijo del doctor”, quedaba mejor, valían los títulos honorificos, vaya a saber para que valían, pero tenían algún social, será que los explotaron tantos, doctores, jefes encumbrados, Ingenieros y la mar en coche, que con solo serlo evitarían la explotación de sus hijos de los cuales no querían la misma suerte de inmigrantes pobres y bastardeados, el nombre del título los salvaría.-

Con los docentes paso lo mismo, y no solo eso, sino que le “impusieron” “la vocación” es decir, “deben trabajar gratis o con magros salarios”, y pagaran sus deudas con “vocación” asumirán sus compromisos con “vocación” y cuando no puedan, rezaran a “San Vocación”, Nada más absurdos, ridículo, que está instalado en la sociedad, y como aquel viejo libro, “Lazarillo de Tórmes”, es de autor “anónimo”, pero existe la postura.-

La sociedad, en nombre de sus hijos, pretende que “los docentes” vuelvan a clase como sea, le den clases a sus “hijos” como sea, no importa cuando cobren, si cobran, si hacen un turno o dos, si trabajan cuatro o más horas en la casa o no, si ponen de sus magros salarios dinero para material, porque los presupuestos de educación no contemplan esos menesteres, así de olvidadiza esta la sociedad,  tan olvidadiza esta la sociedad, que ni siquiera contempla a los hijos de los docentes, pero sí el “trabajador de la educación” debe velar por los hijos de ellos.-

Un día va a pasar que un docentes cansado, en su agobio, por olvido social, abandono y exigencia de una ciudadanía facha que solo quiere para sí individualmente, escuche de ese docente, “señor, estamos de paro, no le gusta??, sencillo, llevese a su hijo a su casa, comprese un guardapolvo, un pizzarrón, tizas, use su timbre para el recreo, y dele clases Ud. edúquelo Ud. porque yo, gratis no trabajo y además de no hacer, me estoy ateniendo a un derecho que prevee la constitución, que es el derecho a huelga, porque quien debe garantizar la educación es la Administración Gubernamental de turno, y no yo docente, que encima de cobrar una miseria de 12 mil pesos por turno, no paso ni siquiera la canasta familiar, debo asumir mis obligaciones conjuntamente con las de mi familia, que Ud. no mira, inclusive las veces que Ud. hace paro, pelea por su convenio colectivo, le aumentan, o no, me deja su chico, para que mientras Ud. pelea por sus derechos, pretende que yo no pelee por los míos, a modo de sirvo social, cuando en realidad soy un obrero de la educación, que construyo alternativas sociales desde los niños que ayudo a formar como personas y seres humanos.

Entonces nos encontramos con seudas convocatorias a las plazas, para “pedir por la educación de los niños y el retorno a clases”, la pregunta del millón es a quien representa, y en ese sentido, a quien le van a pedir?? A los docentes, como que fueran el caldo de cultivo del conflicto o al gobierno de Mariano Arcioni, que viola la ley pagando cuando quiere, tiene una inflación galopante que atenta contra el salario obrero, destruyeron con la corrupción todas las Instituciones de Chubut, atentando de esa manera contra la vida democrática, sin importarles nada, pagan cuando quieren, no hay aumento alguno, destrozaron la Caja de Jubilaciones de todos los Estatales provinciales y la Obra Social.

Así y todo, todavía tienen individualistas, ignorantes y anti obreros que pretenden cargar en el trabajador del Estado los conflictos de larga data, pretenden tener un docente “gratis” porque en realidad no se sabe si les importa la educación de sus hijos, sino analizaríamos si es bueno tener docentes con tantos problemas sociales, solo les interesa que se abran las puertas de las escuelas a modo de “cajas”, donde van a “depositar” sus hijos y que se los “cuiden” un rato, mientras sí van a “sus trabajos”, porque deben “cobrar” sus salarios para vivir, en síntesis para de la sociedad fasistoide derechosa, pretende tener docentes serviles y sin capacidad de protesta para que por pocos mordacos, en vez de guardapolvo, tengan “delantal”, y que nunca jamás puedan ir a ninguna fiesta, porque corren el riesgo que se “avive cenisienta”, deje un zapatito, encuentre en la lucha su príncipe azul antes de convertirse en calabaza.-

Por último, el docente debe con conciencia de clase elegir que realmente es, un trabajador, y no dejarse salamaear con “profesiones” inexistentes, porque el honor para un docente es la cantidad de niños que reciben sabiduría desde sus conocimientos, justamente esos niños, que van a cambiar la ignorancia, la sumisión, y la poca dignidad de algunos padres.-

28/5/2018

El Lobo