La Fiscalía pidió 22 años de prisión para los homicidas de Rubén Lasen
La defensa solicitó el mínimo. Las penas que deberán cumplir se conocerán el próximo 22 de abril.
La fiscal María Angélica Carcano solicitó duras penas de prisión para Néstor Villalba y Leonardo López. Son los autores del homicidio de Rubén Larsen, ocurrido en enero del año pasado en el barrio Pujol II.
En la audiencia de “cesura de pena” en el marco del juicio oral y público, la fiscal Carcano solicitó 22 años de cárcel sobre un máximo posible de 25 para Villalba y para López requirió 19 años y 6 meses de prisión. Por su parte, el abogado particular Carlos Del Mármol solicitó “el mínimo” de pena para sus patrocinados.
López y Villalba fueron condenados como coautores del delito de “homicidio simple agravado por el uso de arma de fuego”. El juicio llegará a su fin el próximo martes 22 de abril, cuando el Tribunal integrado por los jueces Marcelo Orlando, Gustavo Castro y Marcelo Nieto Di Biase dictamine las penas que deberán cumplir por el homicidio ocurrido en enero del año pasado en el barrio Pujol II, cuando Rubén “el negro” Larsen fue ultimado de varios disparos mientras se encontraba dentro la vivienda.
“Negro, salí”
Rubén Orlando Larsen fue asesinado en su domicilio de la calle Río Mayo del barrio Pujol II el domingo 20 de enero. Esa tarde, desde afuera le gritaron: “Negro, salí” y, cuando Larsen se asomó por la ventana, comenzaron a efectuarle disparos con arma de fuego. Uno de los disparos impactó en su cuerpo, ocasionándole la muerte. Luego, los autores huyeron a bordo de una motocicleta.
Una pericia de ADN fue fundamental para lograr la condena
La tarde que asesinaron a Larsen, Villalba y López rompieron una ventada, pero se lastimaron y dejaron rastros de sangre. Estos rastros fueron peritados los sospechosos, brindando resultados positivos. El análisis dice que las evidencias eran compatibles con el perfil genético de Néstor Villalba y de Leonardo López, con una probabilidad de identidad superior al 99,99%. Estas pruebas, efectuadas en el Laboratorio de Biología Molecular del Centro Nacional Patagónico (Cenpat), fue irrefutable.
