18 abril 2024

Frías: «Los funcionarios no están cumpliendo con las funciones que juraron sobre la Constitución»

El desconocimiento de la industria pesquera por parte de los funcionarios políticos de gobierno facilita que el lobby empresario tome las decisiones en la actividad, eso explica porqué Fortunato representa al Poder Ejecutivo de la Nación en el Consejo Federal Pesquero, un cargo que como el propio decreto que lo designa tiene la particularidad de ser «ad-honorem», cuando él representaba al Consejo de Empresas Pesqueras Argentinas, una cámara que nuclea a los grupos más importantes de Mar del Plata; señala el Secretario General de Capitanes de Pesca Jorge Frías en Parte del Aire FM. Por otra parte, respecto de los hundimientos de pesqueros, afirmó que el Estado tiene la obligación de velar por la salud del pueblo argentino, y es una función de los funcionarios que los buques no estén en malas condiciones, con sólo acercarse a los muelles se puede ver el estado en que se encuentran. 


Oscar Fortunato es un representante conocido del sector empresario pesquero más importante de Argentina, CEPA, integrado por los grupos Solimeno, Valastro y Moscuzza, y otros; fue designado por decreto como representante del Poder Ejecutivo Nacional en el Consejo Federal Pesquero. En la reunión del CFP de la semana pasada hubo roces entre el flamante integrante y un consejero patagónico por la explotación de merluza negra, evidentemente ya está llevando adelante la tarea que más conoce: la de operador para las empresas que representa.

«Nosotros reaccionamos ante una ironía -afirma Frías- que pareciera que parte del fundamento por el cual el Poder Ejecutivo decide que Fortunato integre el CFP en representación del PEN en carácter ad-honorem, cuando sabemos claramente que su economía está sustentada por los grupos empresarios que representa. Entonces aquí hay una violación clara de la ley sobre la ética en la función pública, entonces está de los dos lados del mostrador».

Es que ahora «Oscar Fortunato tiene el poder de decidir a quién otorgarle permiso de pesca, quién puede pescar, cómo, dónde, cuánto, entonces esto es claramente volver a poner el zorro en el gallinero«, dice Jorge Frías, y esto desenmascara un pésimo panorama político.

«Esto demuestra la carencia de conocimiento que tienen los representantes de Pesca del gobierno que lleva adelante nuestro Presidente, Mauricio Macri, porque si tenemos que volver a convocar a alguien que fue el ideólogo del desarrollo de la industria pesquera argentina en los últimos 40 años como es Fortunato, significa que quienes ocupan los cargos no han tenido la idoneidad ni la capacidad necesarias para tener que recurrir a él; y esto lamentablemente hace caer un poco las ilusiones de que algo cambie en el sector pesquero», explica el Secretario General y añande: «Nosotros tenemos la premisa de que el que gana gobierna y el que no, acompaña; y nosotrosacompañamos al gobierno nacional, pero queremos respuestas para el sector trabajador; porque hasta ahora solamente ha tenido beneficios el sector empresario, los beneficios que se han otorgado no se han condicionado a determinadas cosas.»

Pocos están conformes con la designación de Fortunato, las voces en contra se alzan en silencio. Pero algo de esto se veía venir despues de la reunión que mantuviera el Presidente con empresarios hace alrededor de tres meses.

Nosostros estamos buscando equilibrio. El empresario debe seguir pescando, debe seguir ganando dinero, pero los trabajadores también tiene que tener una participación en esta distribución de un producto natural como es la pesca.

Los capitanes no somos denunciadores, solo exponemos nuestro punto de vista; para denunciar están los funcionarios públicos, los fiscales, los jueces, que si lo consideran pueden hacer una investigación de oficio. Sin dudar de su idoneidad como expertos, Oscar Fortunato y Jorge Bridi hace muchos años que están en funciones y bajo gobiernos de distintos partidos políticos; el primero ocupó cargos en la Nación y en Provincia de Buenos Aires, y el segundo en la cartera de Pesca de la Provincia de Río Negro. Pero la realidad de la pesca es una solasi hace tantos años que están en funciones, y en el Mar Argentino sigue ocurriendo lo mismo, y el caladero está como está, y en San Antonio Oeste se sigue desperdiciando pescado a lo largo del año, y en el Mar Argentino ocurre lo mismo, y los barcos siguen teniendo mal mantenimiento, ¿quiénes son los responsables? Los trabajadores no tomamos decisiones, las decisiones que se toman en Pesca también están atadas a la seguridad de los buques, y esto no lo puede obviar ningún funcionario público.

El periodista expresó que al momento de la entrevista se realizaba una reunión de pescadores con los funcionarios de Pesca de la provincia, en reclamo por el alto ingreso de buques de otras jurisdicciones a pescar en el Golfo San Matías. El Secretario General recordó entonces las infructuosas tratativas desarrolladas el año pasado, cuando con una mala jugada de Casadei (ex intendente de SAO y legislador provincial) y otros funcionarios, que mintieron a los capitanes afiliados haciéndoles creer que nuestra gestión apuntaba a llevar a pescar a nuestro buque Bicentenario, que aún está en el puerto de Mar del Plata y aún le resta un tiempo para reparaciones; nosotros habíamos ofrecido el buque al gobierno rionegrino con carácter de herramienta de investigación para que pueda determinar el estado del caladero en el Golfo, y a partir de ahí poder determinar si podían ingresar más buques, en ese momento se discutía cuánta pesca había para distribuir y se estaba distribuyendo al revoleo; es decir que no sabían el stock disponible para pescar y se estaban acordando permisos de pesca para nuevos barcos, y todos sabemos que esto tiene un valor que puede ser rentabilidad para el gobierno pero se trata de un recurso natural y no sabemos si las toneladas que hay para pescar abastecerán a tantos buques. Eso fue lo que ofrecimos, que con un proyecto del gobierno y siempre bajo las disposiciones del propio gobierno, «así estaba escrito en un acta que luego nosotros rompimos», dice. En aquel entonces había alrededor de 15 buques, hoy hay más.

Entonces Frías plantea «¿Hasta dónde llega la idoneidad? Hasta la realidad del propio caladero. Si hoy se sigue discutiendo la emergencia pesquera, si sigue habiendo un Mar Argentino vedado al 50%, si sigue habiendo descarte pesquero, si sigue habiendo emergencias y los endebles estados de los buques pesqueros tamaño, construcción, años, controles, etcétera, significa que aquellos idóneos pueden serlo pero no están jugando para el éxito en el tiempo de una industria como es la pesca«.

Recientemente se hundió un buque de casi 70 años, no puede ser que buques que hace tantos años están explotando y generando ganancias no puedan ser repuestos. Los trabajadores no somos responsables, porque no tomamos decisiones. A las deciciones las toman los Fortunato, los Bridi, el gobierno nacional, los funcionarios de turno de los distintos gobiernos, nadie es inexperto en apariencia pero sí todos miran para el costado. Si todos los vehículos tienen un tiempo de vida útil: camiones, ómnibus, taxis, aviones ¿por qué los buques no lo pueden tener? No se puede pensar que todavía puede seguir pescando, llevando tripulaciones hacinadas en buques de menos de 15 metros para realizar una extracción pesqura en el siglo XXI. Los empresarios permanentemente dicen que no hay rentabilidad, pero ellos crecen alrededor de ese barquito en empresas, en cuestiones personales, invierten en campos, desarrollan proyectos inmobiliarios, y todo lo hacen con ese barquito de más de 40 años; El empresario, mismo propietario de ese buque, se compra un automóvil 0km y en un tiempo lo renueva, ese barco es de su propiedad y debería tener el mismo pensamiento, es una herramienta de trabajo para él y su desarrollo propio, al comprar un buque se debe estar pensando que en diez años por lo menos se debe estar empezando a hacer otro nuevo, y terminar con aquello de tengo un barco para toda la vida, y compro un barco y lo amortizo en un año, eso no existe, es un gran problema que tiene el Mar Argentino hacer un barco para ganar millones y pretender amortizarlo en un año de trabajo.

Ante los recientes hundimientos Frías fue muy enfático sobre las responsabilidades y obligaciones. «Cada vez que ocurre algo similar la reflexión es la misma: ¿qué hacen los trabajadores? Les digo a todos hay una Constitución Nacional, hay un gobierno nacional, hay funcionarios nacionales, provinciales y municipales, todos cobijados bajo la Constitución Nacional, y es el Estado el que tiene la obligación de velar por la salud del pueblo argentino, y es una función de los funcionarios que los buques no estén en malas condiciones; y no necesitan ningún ingeniero de la NASA, simplemente necesitan acercarse a los muelles y a simple vista van a ver las carencias que tienen los buques de la flota argentina en los distintos puertos. Decir porqué no lo hace un trabajador cuando sabe que está condenado a perder su trabajo o a tener una mirada soslayada del entorno, principalmente el armador, es lo más fácil que hay; lo que hay que decir es que los funcionarios no están cumpliendo las funciones para las cuales juran sobre la Constitución cumplir, de esto no debemos perder el punto de vista», concluyó.